López (1938) nació en Paso Ceferino, departamento de Tacuarembó, y se crio en el barrio López, en la ciudad de Tacuarembó. Sus abuelos por parte de padre eran de Brasil. Su padre, Severiano López, tocaba el acordeón de dos hileras, cada sábado, en bares y bailes «de los rancheríos» de la zona. Como complemento a su trabajo de jornalero, la música de su padre fue otro sustento económico de la casa. «Muchas veces puchereábamos por eso», recuerda López.[1]
Sobre el entorno musical de su padre en Tacuarembó, López cuenta: «Él tocaba de oído, tenía muy buen oído. La naturaleza de él ya era para la música […]. Entonces, como había muchos acordeonistas en ese tiempo, entonces eran todos amigos […], uno aprendía con el otro […]. Si uno sabía una pieza, una polca, un tango, cualquier cosa, le enseñaba al otro […] y así iban enriqueciendo, y al final sabían una cantidad. Y alguno que aparecía medio de por ahí, que tenía temas distintos a los de ellos… Aprendían uno con los otros».[2]
Recuerda que en la época de su padre se tocaba chote, ranchera, polca, fadinho y mucha música brasileña como baião, samba y maxixa.
A los quince años aprendió a tocar acordeón de ocho bajos con su padre. Después de haberse trasladado a la ciudad de Paysandú para trabajar en el ferrocarril, a los treinta años, inició estudios formales de bandoneón con el profesor Juan Carlos Rubiolo y tocaba en eventos como bailes de escuela y cumpleaños.
Sobre este tema musical, López cuenta: «Le voy a tocar una polca que aprendí con mi viejo. Él la tocaba en acordeón […], yo la tocaba en acordeón antes, pero después que agarré bandoneón, la saqué en el bandoneón».[3] La bautizó La polca de barrio López, en homenaje al barrio tacuaremboense donde se crio.
[1] Comunicación personal, 2002.
[2] Comunicación personal, 2002.
[3] Comunicación personal, 2002.
López (1938) was born in Paso Ceferino, departament of Tacuarembó and grew up in the city of Tacuarembó. His grandparents on his father´s side were from Brazil. His father, Severiano López, played the two-row button accordion in bars and dances «in the rancheríos» (poor rural residences) of the area, which were held every Saturday. As a supplement to his income working as a day laborer, his father´s musical career was another source of income for the household, «a lot of times he was able to put bacon on the table because of that» López remembers.[1]
Regarding the musical environment of his father in Tacuarembó, López says, «He played by ear, he had a great ear, music was in his genes […] So then, because there was a whole bunch of accordionists back then, they were all friends […] one learned from the other […] if someone knew a song, a polca, a tango, or something, he would teach the other guy […] and that´s how they learned and in the end that’s how they ended up knowing a whole lot of songs. And any new guy that showed up, that had a different repertoire from theirs, they learned from him».[2]
He remembers that in his father´s era the following rhythms were played: chote, ranchera, polca, fadinho, and a lot of Brazilian music such as baião, samba and maxixa.
When he was fifteen López learned to play the eight-bass accordion from his father. After moving to the city of Paysandú to work in the railroad, López started taking bandoneon lessons at the age of thirty with the professor Juan Carlos Rubiolo. He played in events such as school dances and birthday parties.
Regarding this polca, López states, «I am going to play a polca for you that I learned from my dad, he played it on the accordion […] I also used to play it on the accordion and, after learning bandoneon, I figured it out on bandoneon».[3] He has titled this piece La polca de barrio López (The Barrio López Polka) in tribute to the neighborhood where he grew up.
[1] Personal communication, 2002.
[2] Personal communication, 2002.
[3] Personal communication, 2002.
Esta sección explora la relación entre el acordeón de ocho bajos y el bandoneón. Presenta tangos compuestos para instrumentación típica…