Artista Sicerón Ramírez

Sicerón  Ramírez

Hasta los diecisiete años, Ramírez vivió en la 4ª Sección del departamento de Treinta y Tres. Su padre, Emilio Marcelino Ramírez, tocaba violín, armónica y acordeón. Él comenzó a los doce años a ejecutar el acordeón de una hilera. Su primer acordeón fue un instrumento marca Campo, de una hilera, comprado a un brasileño. Su familia es de origen español y brasileño y se dedicaba al trabajo rural. La línea de la música viene por el lado de los Teixeira, de origen brasileño.

Ramírez tocaba en serenatas y bailes de la zona. Se acuerda de que se animaban con instrumentos como peine con hojilla para fumar, armónica, acordeón de botón y guitarra con clavijas de madera. A veces estas fiestas duraban tres o cuatro días y en ellas se consumían varios corderos. Los repertorios de los bailes tenían ritmos como la polca, el vals y el chotis. Ramírez recuerda la riqueza coreográfica de estos bailes, con variantes como chotis con cambiado, baile de la escoba, baile de la silla, polca del pavo, y polca del dedo.[1] También recuerda que se tocaba el acordeón en los carnavales de Treinta y Tres.

Ramírez aprendía temas de oído, observando, silbando y luego pasándolos a su acordeón. También aprendía de discos, de la radio y de otros acordeonistas de la zona, como la Negra Araújo, quien tocaba en los bailes.

En 1983 Ramírez ganó el segundo premio en el concurso de acordeón del Festival del Olimar. Quien sacó el primer premio fue el acordeonista tacuaremboense Walter Roldán.

El padre de Ramírez siempre tocaba esta mazurca en los bailes. Ramírez ejecuta esta pieza en una hilera sola. Dice: «así la aprendí, en el acordeón de una hilera sola, y siempre quedé en una hilera sola […]. Yo nunca la practiqué en dos hileras».[2]

[1] Según contó Ramírez (en una comunicación personal, en 2016), la polca del dedo funcionaba de la siguiente forma: «se ponía el dedo arriba del marco de la puerta, a alguno le marcaban el dedo para no equivocarse de la mujer que ellos querían. A veces le pintaban la uña o le ponían una piolita en el dedo, y lo ponían arriba de la puerta (se elegía la pareja solo por el dedo).

[2] Comunicación personal, 2016.

 


Until he was seventeen years old, Ramírez lived in the 4th Section of the department of Treinta y Tres. His father, Emilio Marcelino Ramírez, played violin, harmonica and button accordion. Ramírez started playing one-row button accordion at twelve years old and his first instrument was a Campo brand model that he bought from a Brazilian. His family is of Spanish and Brazilian origin and they made their living as rural workers. The musical tradition in the family comes from the Teixeira side, of Brazilian origin.

Ramírez played accordion in serenatas and dances in the area. He remembers that the music for these dances was played with: a comb with a rolling paper, harmonica, button accordion and guitar with wooden tuning keys. Sometimes the dance parties would last three or four days with several lambs being eaten in the process. The repertoire of the dances was composed of: polca, vals and chotis. Ramírez remembers the diverse choreography at these dances, with variations such as: chotis con cambiado, baile de la escoba, baile de la silla, polca del pavo, polca del dedo[1], etc. He also remembers how the accordion was always played in Carnaval in Treinta y Tres.

Ramírez learned songs by ear, observing others, whistling and then playing the melodies on his button accordion. He also learned from records, the radio and other local accordionists such as «La Negra» Araújo who played at dances.

In 1983 Ramírez won second prize at an accordion contest as part of the Festival del Olimar, the accordionist who won first prize was none other than Walter Roldán from Tacuarembó.

Ramírez´s father played this mazurca at dances. Ramírez plays it solely on one row, according to him, «that´s the way I learned it, on a one-row accordion, and I always stuck to one row […] I never played it on two rows».[2]

[1] According to Ramírez, the polca del dedo worked in the following fashion: «they would put their finger above the doors, some would mark the fingers to not pick the wrong girl. Sometimes they would paint the fingernails or tie a string around the finger and they would place it on top of the door.» (Dance partners were chosen solely on the basis of their fingers) (Personal communication, 2016)

[2] Personal communication, 2016.

Colecciones (2)

Colección 1. Raíces: una hilera / Roots: One-row accordion

Lauro Ayestarán afirma que 1852 fue la fecha en que el acordeón de botón fue introducido al Uruguay (AYESTARÁN, 1968,…