Artista Washington Montes

Washington  Montes

Washington Montes (1960) nació en la ciudad de Artigas, en una familia de músicos. Son descendientes de españoles que estuvieron entre los fundadores de la ciudad. En la familia Montes había muchos guitarristas y violinistas, y en la familia de la madre de Washington había muchos percusionistas.

Su padre, Gerónimo Montes, era multinstrumentista, pero sobre todo se desempeñaba en el acordeón a piano. Gerónimo trabajaba como músico profesional y se presentaba en locales como cines, bares, remates de ganado, kermeses de escuelas rurales, bailes en casas particulares, etcétera.

Washington comenzó acompañando a su padre en percusión. A los 13, 14 años de edad ya tocaba el acordeón a piano. «Él hacía por su lado y yo hacía por lo mío, entonces, también teníamos mejores opciones de trabajo para el asunto de la parte económica, ¿no? Entonces él tocaba en un lado, yo tocaba en otro y entraba más plata para la casa», cuenta.[1]

En el repertorio de Washington está la música tocada por sus abuelos: mazurca, polca, foxtrot, chotis, milonga, pero también la música de los países lindantes con el departamento de Artigas: Brasil y Argentina. Él explica: «Acá no se dedica a un género solo […]. Son varios géneros porque somos músicos fronterizos, ¿no? […]. El músico siempre tiene que adaptarse a las dos cosas, tiene que ser internacional […]. El músico va adquiriendo conocimiento porque la situación te obliga, ¿no? Y uno naturalmente lo va asimilando».[2]

Pedro Montes (1947) es primo de Washington Montes. Su padre trabajaba en un matadero. Cuando volvía del trabajo siempre tocaba el acordeón de doble hilera, y Pedro lo observaba. El padre le pidió a Gerónimo Montes que le enseñara a Pedro a tocar el acordeón, pero este se negó. Dijo que el niño tenía que aprender solo, igual que él había aprendido. Desde los siete años Pedro cantaba; a los trece años comenzó a ejecutar el acordeón en bailes. «Yo me acosté sin saber tocar el acordeón y me levanté tocando el acordeón […]. Yo soñé que estaba tocando Lo que vale una mujer, la milonga esa, y agarré el acordeón y salí tocando».[3]

Aprendió observando al tío y a otros familiares. Sobre la generación de sus abuelos, recuerda: «Nosotros, en (nuestra) generación, ya veníamos tocando más cosas de la frontera, de Quaraí, del Brasil, pero ellos no. Tocaban música española».[4] Pedro también vivió dos años en Alegrete/RS, en Brasil y aprendió mucha música ahí.

El samba Pra não morrer de tristeza es una obra de los compositores K-Boclinho (1932) y João Silva (1935-2013). Silva, oriundo de Pernambuco, Brasil, hizo más de dos mil composiciones y era un gran colaborador del famoso acordeonista nordestino Luiz Gonzaga (1912-1989).

Washington Montes recuerda: «La música nordestina, que es el baião, el forró, toda esa mezcla de música brasilera se escuchaba acá en la frontera […]. [La música brasileña] era lo que se escuchaba en el momento acá, otra cosa, los medios de difusión no pasaban otro tipo de música, entonces».[5]

[1] Comunicación personal, 2002.

[2] Comunicación personal, 2016.

[3] Comunicación personal, 2002.

[4] Comunicación personal, 2002.

[5] Comunicación personal, 2002.

 


 

Pra não morrer de tristeza (To Not Die of Sadness) (samba) 2:58

(Music and Lyrics: João Silva y K-Boclinho)

Washington Montes, piano accordion; Pedro Montes, piano accordion/vocals; O.Santamaria, pandeiro.

Recorded in the city of Artigas (March 17, 2016)

Washington Montes (1960) was born in the city of Artigas to a musical family, descendants of Spaniards who were some of the founders of the city. The Montes family had many guitarists and violinists, and in the family of Washington´s mother there were many percussionists.

His father, Gerónimo Montes, was a versatile instrumentalist, but was best known for playing piano accordion.  Gerónimo worked as a professional musician, playing in movie theatres, bars, cattle auctions, kermeses at rural schools, house parties, etc.

Washington began accompanying his father on percussion, and at thirteen or fourteen years of age he was already playing piano accordion. He explains «He played his gigs and I played mine, that way we had better work options to make more money. He played in one event and I played in another, and that was more money that we made for the family».[1]

Within Washington´s repertoire is the music played by his grandparents: mazurca, polca, foxtrot, chotis, milonga, but also styles from the nations neighboring the department of Artigas: Brazil and Argentina. He explains that, «here you can´t just play one genre […] you have to play several because we are border musicians […] A musician has to always adapt to both things, you have to be international […] A musician learns because the circumstances force you to, and you assimilate things naturally».[2]

Pedro Montes (1947) is Washington Montes´s cousin. His father used to work at a slaughterhouse and when he got home, he would always play the two-row button accordion, and Pedro would watch him. His father asked Gerónimo Montes to teach Pedro accordion, but he denied, stating that the kid had to learn by himself just like he did. Since age seven, Pedro has sung and at thirteen he began to play the accordion in dances. According to him, «I went to sleep not knowing how to play the accordion […] I dreamt that I was playing that milonga, Lo Que Vale Una Mujer, I woke up, got the accordion and started playing».[3]

Pedro learned accordion by watching his uncle and other relatives. Regarding his grandparents´ generation, he remembers, «Us, our generation, we were already playing music from the border, from Quaraí in Brazil, but they played Spanish music»[4] Pedro also lived two years in Alegrete/RS, Brazil and learned a lot of music there.

The samba Pra Não Morrer de Tristeza is a composition of the songwriters K-Boclinho (1932) and João Silva (1935-2013). Silva, hailing from Pernambuco, Brazil, composed more than two thousand songs and was an important musical collaborator with the famous accordionist Luiz Gonzaga from Northeastern Brazil.

Washington Montes remembers, «Northeastern Brazilian music like baião and forró, all of that mixture of Brazilian music was listened to here on the border […] (Brazilian music) was what was listened to at that time here, the media didn´t play any other kind of music».[5]

[1] Personal communication, 2002.

[2] Personal communication, 2016.

[3] Personal communication, 2002.

[4] Personal communication, 2002.

[5] Personal communication, 2002.

Colecciones (2)

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